Desde el G40 seguimos desgranando la Historia de la Espeleología Cordobesa, localizando, explorando y topografiando todo rastro de cavidad (por pequeña e insignificante que sea) que haya sido sido citada o referenciada en el pasado.

Plano Catastral de Córdoba de 1951, donde aparece la Cueva de Los Cazadores

Plano Catastral de Córdoba de 1951, donde aparece la Cueva de Los Cazadores

Es el caso de la pequeña cavidad que nos ocupa, llamada Cueva de los Cazadores y que se ubica en el término municipal de Córdoba capital, junto a la margen derecha del Arroyo Pedroche, a su paso por la finca “Las Mangas de Los Villares” en la Sierra de Córdoba (Sierra Morena).

Tuve constancia de la existencia de esta cavidad gracias a mi amigo Manuel Trujillo Carmona (Presidente de A Desalambrar y gran conocedor de toda la Sierra de Córdoba), que al ver la referencia a la cueva en el mapa catastral de Córdoba del año 1951, me puso en conocimiento.

No hemos encontrado ninguna referencia a esta cavidad, excepto que Serafín Parra, en su catálogo de fuentes de Córdoba, la cita al describir el acceso a la Fuente de La Sarna:

Hay que tomar el arroyo Pedroches, si lo haces cauce arriba, siempre tendrás un sendero al que le queda muy poco para cerrarse, pasando la casita en ruinas de las Fajardas, y la minúscula Cueva de los Cazadores ya en las Mangas de los Villares…

Croquis topográfico de la Cueva de Los Cazadores

Croquis topográfico de la Cueva de Los Cazadores

El pasado 23 de Agosto de 2014, Carlos Rodríguez y un servidor dimos un agradable y fresco paseo a la sombra siguiendo el cauce del Arroyo Pedroche, hasta localizar la cavidad. De la cueva hay muy poco que contar: un pequeño abrigo excavado en la roca, de 3.5 metros de profundidad. Tomamos algunas fotografías, hicimos un croquis y tomamos algunas medidas con el distanciómetro, pues la cavidad no ofrecía más misterios.

La vuelta fue otro cantar, y es que a veces por querer acortar pasa lo que pasa. Y es que ya lo dijo algún sabio alguna vez:”El camino más corto entre dos puntos no siempre es la línea recta“. En cualquier caso, llegamos sanos y salvos al coche, pero muy acalorados y arañados de monte mediterráneo.