Este curso nos hemos propuesto retomar los trabajos espeleológicos en las Sierras Subbéticas Cordobesas en materia de exploración y topografía, pues son muchas las cavidades que se localizaron en su día en esta comarca que todavía están por conocer y estudiar. Sin embargo, estos últimos años las salidas han sido más abundantes en la Sierra Morena Cordobesa y el Karst de las Subbéticas tiene todavía muchas sorpresas que descubrir en su subsuelo.

El pasado sábado 7 de Septiembre los miembros del Grupo Espeleológico G40 Rafael Bermúdez y Abén Aljama completaron una buena y fructífera jornada de pateo por montaña, desobstrucción y exploración en varias cuevas del término municipal de Carcabuey.

La primera de las cavidades estaba lista para entrar, sin apartar ninguna piedra. Tras colarnos por la boca, de 1,2 m de ancho y 0,4 m de alto y superar un pequeño destrepe de 1 metro, descendemos por una rampa de bloques de piedra desprendidos hasta una sala de unos 10 m de longitud, con techos que alcanzaban los 5 metros. Todas las paredes estaban cubiertas por espeleotemas como coladas y banderolas. Nos llamó la atención una antigua navaja que encontramos y que ha sido la que ha dado nombre a la cavidad: Cueva de La Navaja. Se tomaron datos e imágenes para el informe y la topografía y se estuvo un buen rato intentando desobstruir un paso que estaba oculto tras grandes bloques: una estrecha fractura vertical que intuía una continuación pero que requería de un gran trabajo de desobstrucción. Al salir de la cueva, en el exterior estaba lloviendo.

Jornada de monte y exploración por las Sierras Subbéticas Cordobesas para despedir el verano

Navaja encontrada en la primera de las cuevas exploradas

Jornada de monte y exploración por las Sierras Subbéticas Cordobesas para despedir el verano

Interior de la Cueva de La Navaja

La segunda de las cavidades, con una boca de dimensiones parecidas a la anterior, nos daba paso a una pequeña galería que no llegaba a los 1,5 m de alto y que a los pocos metros parecía cerrarse. Sin embargo, un pequeño paso a modo de sumidero parecía continuar por un laminador de unos 5 metros cubierto de tierra, que fue apartada para poder colarnos por él y llegar a lo que parecía la cabecera de una fractura vertical. La cantidad de sedimiento, de fácil extracción, nos hizo sudar para poder abrir paso y poder continuar. Sin embargo, aunque la cueva continuaba, decidimos dejar el trabajo y ver otras cavidades de la zona pues había varios agujeros alrededor que podían comunicar con este paso sin necesidad de estar quitando tierra.

Jornada de monte y exploración por las Sierras Subbéticas Cordobesas para despedir el verano

Rafa y Abén tras explorar la segunda de las cuevas

Antes de irnos, localizamos una pequeña oquedad a escasos metros de la anterior y que parecía ser una sima vertical de más de diez metros, cálculo realizado por el piedrómetro. Apartamos varios bloques de caliza de la boca, la cual ensanchamos y dejamos casi lista (todavía hay que quitar una roca de gran porte para poder pasar) para instalar y explorar el próximo día.

En la bajada al coche, localizamos nuevas cavidades que dejamos georreferenciadas para explorar en próximas salidas a la zona.

En definitiva, 9 horas de monte y de esfuerzo pateando (6 kms de distancia y 400 m de desnivel acumulado de subida), apartando tierra y piedras y arrastrándonos, con un tiempo inmejorable que nos regaló un buen rato de tormenta para refrescarnos.