Al inicio del verano, en las labores de prospección sobre el terreno de la Sierra de Hornachuelos, localizamos una pequeña entrada a una cavidad, taponada por vegetación que nos hizo sudar para poder limpiar la boca de entrada. A juzgar por las piedras que tirábamos al fondo, parecía tener profundidad.

Tras dos jornadas de desobstrucción, conseguimos abrir la boca para poder acceder a su interior y proceder a su exploración, eso sí, usando equipo y técnicas de progresión vertical.

Tras un pozo de unos 10 metros, se desciende por una rampa que da acceso a una sala de medianas dimensiones, con varios espeleotemas entre los que destacan una colada y algunas estalactitas de gran porte (para lo que estamos a acostumbrados a ver por Sierra Morena Cordobesa). Al final de la rampa, una pequeña oquedad entre las piedras que vislumbraba una continuidad. Tras apartar las piedras, pudimos acceder a una pequeña sala y a la continuación de la cueva a modo de sumidero por donde se colaba el agua que había formado la galería descendente y estrecha. Tras algunos destrepes llegamos al punto más bajo de la cueva y que conectaba con una diaclasa por la que se veía continuación pero por la que no pudimos continuar al no tener material para desobstruir un angosto paso. Esta tarea la realizaremos cuando volvamos a realizar el estudio y la topografía de la cavidad.

Algunas incógnitas en la sala principal quedaron por ver, ubicadas estas en las zonas altas de las paredes y techos.

Ningún rastro de presencia humana, tan solo algunos huesos de animales que caerían por el pozo en los tiempos en los que la sima no estuvo taponada, hecho que no sabemos si se realizó de forma natural o intencionada. Lo que sí parece es que la sima no ha sido explorada anteriormente por nadie.

Participaron en la desobstrucción y exploración de la cavidad: Rafa Bermúdez y Abén Aljama (miembros del G40), José Cano y Paco Giraldo (miembros del C.D. Ambassar). Como equipo de apoyo en superficie también intervino Emilio J. Navarro.

El pozo de acceso al interior de la cavidad

Coladas parietales existentes en la sala principal

Cano, Rafa y Abén tras finalizar la exploración